Cabeza logo

header ads

Mictlanzihuatl

Con 32 representaciones que resaltan la importancia de su culto a Mictlancihuatl, "SeƱora del Mictlan", el inframundo, corresponde en su esfera de acciĆ³n la muerte. Ella devora al hombre, como se puede observar en la lĆ”mina cinco del CĆ³dice Borgia (fig. 16), aquĆ­ la deidad porta su disfraz de muerta descarnada, inclusive en el torso se pueden observar las costillas. Su cueitl con pliegues en la orilla es blanco, factiblemente de papel, con la impronta que simboliza la Tierra. El ojo es cejado y el pelo estĆ” totalmente encrespado, adornado con ojos estelares. La orejera es de oro con adorno de papel. AtrĆ”s de su cuerpo se distinguen cuatro banderas de papel con franjas anchas y delgadas en color rojo que califican su aspecto mortuorio. Finalmente, la diosa se muestra en actitud de recibir el cuerpo del hombre en su seno.

Ninguna otra deidad como la Madre-Tierra pudo tener el poder absoluto de la vida, la realidad Ćŗltima. Todo lo que sale de su seno estĆ” dotado de vida y todo lo que regresa a la tierra es provisto nuevamente de vida. "El destino de la tierra es engendrar sin cesar, dar forma y vida a todo lo que regresa a ella inerte y estĆ©ril [...] la tierra se encuentra al final y al comienzo de toda vida"77. La similitud de la mujer con la greda la hace participar de esta grandiosidad. Las mujeres como la tierra "toman la intrincada vida humana, la vuelven a su origen y la hacen surgir de nuevo"78.

Mictlancihuatl,
fuerza destructiva y creadora.
FejƩrvƔry Mayer, 37

La gran Madre-Tierra se manifiesta en forma de doble fuerza: creadora por un lado y destructiva por otro. La fuerza que engendra, como ya hemos visto, estĆ” permanentemente creando, dando vida y generando. La fuerza destructiva o desintegradora busca en todo momento, destruir para dar origen de nuevo a la vida. De esta manera se iniciaba el eterno ciclo de la vida y la muerte.

Publicar un comentario

0 Comentarios