1) Lee algún periódico en un idioma extranjero
Cómprate un periódico extranjero (muchos quioscos cuentan con una sección de periódicos internacionales, o también puedes regalarte una suscripción a un semanario o una revista, como el New Yorker, por ejemplo), y aprovecha el trayecto en metro a la oficina para mantenerte actualizado. No te desanimes si no entiendes cada una de las palabras: intenta comprenderlas por el contexto o subráyalas, busca su significado y elabora un pequeño cuaderno de vocabulario con las palabras que has aprendido.
2) Haz ejercicios para entrenar el cuerpo y la mente
Esta recomendación es útil en dos sentidos. Si practicas deporte con regularidad, te sentirás en forma físicamente, y si sigues nuestros consejos, también harás grandes progresos al aprender idiomas. ¿Cómo funciona? Es muy sencillo: búscate un podcast, un audiolibro, un álbum de música –todo en el idioma que quieres aprender–, o simplemente escúchate repitiendo las palabras que has aprendido en la última clase de inglés. ¡Así tendrás un doble entrenamiento y las horas se te pasarán volando!
3) Sal a comer
Otra excusa típica de las personas que trabajan mucho es: "No me queda tiempo para nada, ni siquiera para cocinar. Todas las noches ceno en un restaurante turco… ¿Te lo puedes imaginar?" Perfecto, pues así podrás matar dos pájaros de un tiro: la próxima vez, intenta pedir tu comida en turco y, mientras esperas, puedes cruzar algunas palabras con el dueño y los camareros. No se trata de que sostengas una conversación profunda. Lo esencial es que superes la timidez para que comiences a hablar y a acostumbrarte al sonido de otro idioma.
4) Hazte amigo de tu colega francés o de tu vecina polaca
¿Existe una mejor forma de mejorar el nivel que se tiene de un idioma? En la pausa de mediodía, ve a comer con tu colega extranjero, busca un tema de conversación y pídele que corrija tus errores y tu pronunciación. Haz lo mismo si tienes un vecino de otro país: compartid una cena en la que podáis poner a prueba vuestros conocimientos. ¡Quizás sea el inicio de una nueva amistad!
5) El merecido descanso después del trabajo
No hay nada mejor que estirarse en el sofá y, con el gato en el regazo, ponerse a ver una película o a leer un buen libro. ¿Qué tal si en este tiempo de descanso "mezclas los negocios con el placer"? Mira una película en el idioma original y activa los subtítulos (también en el idioma original), de modo que puedas leer y verificar las palabras que acabas de escuchar. Presta atención a los giros y expresiones típicas y utilízalas tú mismo en la próxima oportunidad. Si prefieres intentarlo con obras literarias, evita los libros demasiado difíciles y complejos, al menos inicialmente. Supuestamente, entre los más talentosos para los idiomas, algunos comenzaron a aprender con dibujos animados y libros infantiles. ¡Nadie nace sabiendo!
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