27. DENNIS RADER
El 27 de junio Dennis Rader se declaró culpable de los diez delitos de asesinato atribuidos a BTK, El Asesino en Serie de Wichita, ante el Tribunal de Distrito del condado de Sedgwick (Kansas, EEUU). Rader renunció a su derecho a tener un juicio con jurado que valorarÃa las circunstancias agravantes o atenuantes de sus crÃmenes. A las nueve primeras muertes se les aplicará la ley que entró en vigor en Kansas en 1969, por la que se condena a un autor de asesinato en primer grado a cadena perpetua con la posibilidad de salir en libertad tras 15 años de confinamiento. En cuanto a la décima muerte, se produjo después de la aprobación de una nueva ley que estipulaba que, en determinadas circunstancias, los autores de un delito de asesinato en primer grado debÃan cumplir un mÃnimo de 40 años de estancia en prisión para tener la posibilidad de salir en libertad condicional.
Su renuncia a pasar por un juicio implica que no va a ser un jurado el que valore esas circunstancias especiales relativas a la décima muerte que podrÃan mandarle cuarenta años a la cárcel y que, en su caso, serÃa un equivalente a cadena perpetua. De todas formas, no se le podrá condenar a pena de muerte porque se instauró en Kansas tres años después de su último crimen. Rader dijo que preferÃa no pasar por un interminable juicio para que, en cualquier caso, un jurado llegara a la conclusión de que era culpable. La lectura de la sentencia está prevista para el 17 de agosto.La policÃa detuvo a Rader en febrero, treinta y un años después de su primer asesinato. Él mismo se ocupó de reactivar la investigación de sus crÃmenes en marzo de 2004 con el envÃo de una carta al periódico Wichita Eagle en la que afirmaba que habÃa asesinado a Vicky Wegerle en 1986. Hasta entonces los investigadores creÃan que Nancy Fox, asesinada en diciembre de 1977, habÃa sido la última vÃctima de BTK y pensaban que el asesino habÃa dejado de matar por alguna circunstancia (cambio de domicilio, fallecimiento, ingreso en psiquiátrico o en prisión, etc.).
El asesino de Wichita siempre demostró un gran afán de notoriedad con el envÃo de misivas a los medios de comunicación y poco después de su primer crimen dejó una carta en la biblioteca de la universidad en la que se autobautizaba como "BTK (Bind them, Torture them, Kill them) Strangler", el "Estrangulador BTK" que, efectivamente, se ocupaba de "atarlos, torturarlos y matarlos".
Rader nació el 9 de marzo de 1945. Fue jefe de grupo de los Boy Scout y poco antes de su detención le habÃan dado un cargo directivo en la congregación luterana a la que pertenece. Está casado, tiene dos hijos y es funcionario.
BTK declaró que en sus ratos libres se dedicaba a circular por las calles con su coche para seleccionar a las nuevas vÃctimas potenciales a las que denominaba "proyectos". Eran sus objetivos próximos, a los que "vigilaba y perseguÃa" durante un tiempo antes de eliminarlos. Le gustaba ver en el buzón cómo se llamaban sus "proyectos", averiguar dónde trabajaban, qué solÃan hacer,... porque "cuanto más sabÃa de una persona, más confortable me encontraba con ella", según sus palabras.
Se compraba ropa especial para cometer los crÃmenes, que después tiraba, y solÃa llevar una bolsa de bolera en la que guardaba su particular "kit de asesinatos" con cuerdas, bolsas, esposas, precinto de embalar,...
Dijo que mataba movido por una fantasÃa sexual (que no especificó), aunque también señaló que probablemente el 'bondage' fue lo que le metió en problemas. (El 'bondage' es una variante del sadomasoquismo en la que lo primordial es atar a la vÃctima, según el redactor Jefe de Madrid que dice leer los anuncios de contactos de El PaÃs para estar informado de las nuevas tendencias).
Su carrera criminal comenzó con el asesinato de cuatro miembros de la familia Otero. Según su declaración judicial, habÃa seleccionado previamente su objetivo. HabÃa estado fantaseando sobre lo que le harÃa a Julie Otero o a su hija Josephine y, finalmente, el 15 de enero de 1974, a las 7.30 horas de la mañana, cortó la lÃnea telefónica y entró en el domicilio familiar por la puerta trasera.
Les apuntó con una pistola y, "para tranquilizarles", dijo que estaba en busca y captura y que sólo pretendÃa comer y huir con su coche. Entonces, ató de pies y manos a los cuatro miembros de la familia que se encontraban en el domicilio. "Empezaron a quejarse" y el asesino le puso una almohada en la cabeza al padre "para que estuviera lo más cómodo posible", porque tenÃa una costilla rota de un accidente, según Rader. Después le puso una bolsa de plástico en la cabeza, atada con cuerdas, para asfixiarle.
A continuación le tocó el turno a la madre, Julie, a la que estranguló. Después se fue a por Josephine (a la que también estranguló) y cuando ya daba por muertos al matrimonio, se dio cuenta de que seguÃan vivos. Volvió a estrangular a la madre con una cuerda y le puso otra bolsa en la cabeza al padre, que habÃa conseguido hacerle un agujero a la primera. Entonces, le puso otra bolsa a Joseph hijo y, en ese momento, se dio cuenta de que la niña tampoco habÃa muerto con el estrangulamiento y se la llevó a la primera planta donde la ahorcó. Cuando estaban ya todos muertos tuvo "algunas fantasÃas sexuales", recogió sus cosas, se llevó el reloj del padre, una radio y huyó en el coche de la familia, que dejó abandonado en el aparcamiento de un centro comercial. Todo ello según su declaración en el Juzgado.
Rader declaró que habÃa planeado el crimen, pero que perdió el control de la situación tras entrar en la casa. "Me entró pánico", dijo el asesino, pensó que el padre no iba a estar en el domicilio. "Yo nunca habÃa estrangulado a nadie antes, yo realmente no sabÃa cuánta presión habÃa que hacer, ni cuánto tiempo", añadió. Explicó que en el siguiente crimen, el 4 de abril de 1974, utilizó el mismo sistema y lo calificó como un "desastre total". Fue también un poco chapucero a la hora de liquidar a las vÃctimas y la cosa acabó a tiros con Kevin Bright, que consiguió huir. La que sà falleció estrangulada y apuñalada (porque tampoco le funcionó el estrangulamiento inicial) fue su esposa, Kathryn.
La siguiente vÃctima fue Shirley Vian, la única a la que no habÃa seleccionado previamente. Lo intentó con otra chica, pero no habÃa nadie en el domicilio y acabó llamando a la puerta de Shirley el 17 de marzo de 1977. Dijo que era un detective privado que trataba de localizar a un forajido. Apuntó a la mujer con una pistola y "para tranquilizarla" le explicó que tenÃa un problema con sus fantasÃas sexuales y que sólo necesitaba atarla. Encerró a los hijos en el cuarto de baño y asesinó a Shirley poniéndole una bolsa de plástico en la cabeza y estrangulándola, según su declaración. Shirley estaba enferma y vomitó cuando empezó a atarla, entonces Rader le dio un vaso de agua para "confortarla", según su declaración, y cuando se acabó el vaso, la mató. Los niños no paraban de gritar, llorar y golpear la puerta, y empezó a sonar el teléfono, entonces, recogió sus cosas rápidamente y se fue.
A Nancy Fox la estranguló el 8 de diciembre de 1977. BTK dijo que cortó el teléfono de su casa, entró y se escondió esperando a que ésta regresara. Le contó el mismo rollo que a la anterior, la esposó, se desnudó, se puso encima de ella, la estranguló con un cinturón y después se masturbó.
La octava vÃctima fue Marine Hedge, una vecina a la que asesinó el 27 de abril de 1985. Rader declaró que la veÃa arreglando el jardÃn, entrando y saliendo de casa, y asà se convirtió en uno de sus "proyectos". Se coló en su domicilio y esperó hasta la noche para atacarla mientras dormÃa. Después de estrangularla, la desnudó y se llevó el cuerpo cubierto con una manta al maletero de su coche. Condujo hasta una iglesia Luterana y allà le hizo fotos al cadáver con una cámara instantánea, en distintas poses propias del "bondage", según sus palabras. Después volvió a cargar el cuerpo en el maletero y lo abandonó en un lugar escondido.
La siguiente vÃctima fue Vicki Wegerle, a la que estranguló el 16 de septiembre de 1986. En esta ocasión se hizo pasar por un trabajador de la compañÃa telefónica, ataviado con un casco y un maletÃn, para que le franqueara la entrada. Le dijo que la tenÃa que atar y ella "se enfadó", según el asesino. Consiguió soltarse los nudos y se pelearon, hasta que BTK la estranguló con una media de nylon. Le hizo unas fotos y se fue porque pensaba que su marido estaba a punto de llegar.
La última vÃctima fue Dolores E. Davis, que murió estrangulada el 19 de enero de 1991. Apareció en su casa en mitad de la noche y le contó el rollo de que estaba en busca y captura "para tranquilizarla" y que se dejara atar. Como en el caso de Marine Hedge, también se llevó el cadáver en el maletero y lo dejó debajo de un puente, según su declaración.
La estadÃstica dice que los asesinos en serie empiezan a matar con 27 años y les detienen con 31 años, aunque siempre tiene que haber excepciones. Rader es uno de los pocos asesinos en serie que ha conseguido llegar casi a los 60 años estando en libertad sin, ni siquiera, despertar sospechas. Aunque el récord de senectud (y repugnancia) lo sigue ostentando Albert Fish "El Asesino CanÃbal", al que juzgaron cuando tenÃa 65 años.
Dennis Rader empezó a matar antes que muchos famosos asesinos en serie que llevan años muertos o encarcelados (antes que Ted Bundy, Jeffrey Dahmer "El Carnicero de Milwakee", David Berkowitz "El Hijo de Sam" o Denis Nilsen). Empezó a asesinar cuando todavÃa no habÃa acabado la Guerra de Vietnam, empezó antes de la muerte de Franco, antes de la Revolución de los Claveles, antes de que Videla tomara el poder en Argentina y antes de que muriera Duke Ellington o McDonald's abriera su primer restaurante en Londres. Cuando BTK empezó a matar ni siquiera existÃa el concepto de asesino en serie. En 1984, diez años después de su primer crimen, Ronald Reagan habló por primera vez de asesinos recurrentes porque el FBI habÃa creado un departamento especÃfico para perseguir a estos criminales, aunque el término asesino en serie nació en el New York Times en 1986, en boca del agente del FBI Robert Ressler. Entonces todavÃa se recordaban los asesinatos de BTK, por el pánico que causaron en Wichita en los años setenta, y en la mayorÃa de los miles de libros que se escribieron sobre "Asesinos en Serie", tras la definición de Ressler, se incluÃan sus crÃmenes. Durante este tiempo, seguramente Rader se ha leÃdo unos cuantos manuales de la materia y le explicó al Juez su propia versión de las fases de los seriales: " Si lees mucho sobre asesinos en serie, pasan por lo que se llama diferentes fases. Una de las fases por las que pasan es… como ir de pesca. Básicamente, durante este tiempo estás buscando una vÃctima, y puedes estar lanzando el anzuelo durante meses o años. Pero una vez que te fijas en cierta persona, pasas a la fase de acecho, y puede haber varias, pero en realidad te centras en una persona. Básicamente, se convierten en… ésa es la vÃctima, o al menos eso es lo que tú quieres que sea."
BTK por fin ha conseguido ser famoso y ya no tiene ningún problema para que hablen de él en los medios de comunicación. Antes de declarar llamó a un canal de televisión para contarles que su mujer estaba pensando en el divorcio y para quejarse de sus abogados (aunque en el juicio dijo que estaba satisfecho con su defensa) y esta vez sà consiguió que retransmitieran su conversación. Por el contrario, en febrero de 1978 estaba indignado con la indiferencia de los medios y envió una carta a una cadena de televisión local en la que se preguntaba: "¿A cuántos tengo que matar para conseguir salir en los periódicos o algo de atención nacional?". En enero de ese mismo año habÃa mandado al Wichita Eagle un poema dedicado a una de sus vÃctimas que se traspapeló.
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