Fauna Política
La danza de los millones
Por Rodolfo Herrera Charolet
La
campaña electoral Las elecciones del 2012 costará 15,953 millones 906,379 pesos
y se sumará al record de las elecciones más caras de la historia en nuestro
país, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos presentado por el gobierno federal
a la Cámara de Diputados, el órgano electoral echó a la basura las demandas
ciudadanas de austeridad, menos publicidad y menos días de campaña.
Aún
cuando la voluntad ciudadana está representada en sus diputados, estos olvidan
el origen de su elección para entregarse en los brazos de las burocracias
partidistas que demanda, además de lealtad, el servicio pleno de su
representación, bajo la consigna bien sabida de que al no acatar dicha
disposición, su futuro político puede quedar comprometido.
Una
de las razones de temor de los legisladores, es bajarse de la ubre
presupuestal, motivados más por la reelección sin esfuerzo y como único
compromiso la obediencia a los dictados del “pastor”, también llamado líder de
bancada, que no siempre es el coordinador parlamentario, dicho más simple, el
diputado que manda y no el que ostente el cargo.
Por
ahora la propuesta de gasto electoral para el 2012 será analizada por los
diputados de la Comisión de Presupuesto y de la Comisión de Hacienda. En el
caso de la Ley de Ingresos, debe quedar aprobada por los diputados el 20 de
octubre y por los senadores el 31 de octubre, mientras que el Presupuesto de
Egresos debe estar aprobado por la Cámara baja a más tardar el 15 de noviembre.
Una vez que el secretario de Hacienda y
aspirante a ocupar el cargo de Presidente de la República, Ernesto Cordero,
abandonó el recinto, el presidente de la Comisión de Presupuesto, el priista
Alfonso Navarrete Prida, dijo que la entrega fue veloz, pero que el análisis no
lo será tanto, porque (según él) “Habrá
que ver cómo lo modificamos, tomando en cuenta las necesidades de la nación”,
dijo a los medios de comunicación.
Pero
la realidad política es otra, en el estira y afloja, los partidos impulsarán
por conducto de sus legisladores de bancada, aquellos acuerdos que los
beneficie y que en su caso, cumplan en apariencia con su electorado otorgándose
a estas voces, el beneficio de la obra pública o de los proyectos productivos
que se autoricen.
Una
forma que tiene el ejecutivo federal de salirse con la suya, es proponer
impuestos o aumento a los existentes, a sabiendas que deberá de ceder a cambio
de que sean aprobados otras partidas, como tratando de convencer a los
legisladores que no pueden llevarse el “carro completo”.
En
realidad, esta forma de negociación-presión velada, va aparejada a “soltar”
algunos beneficios en el presupuesto de egresos. Mecánica que se ha utilizado,
al menos, en la última década. Como la propuesta que ya se discute en el H.
Congreso de la Unión, en el sentido de que y no el ejecutivo federal ha
incluido el impuesto a que se refiere el Ejecutivo Federal en el artículo 22 de
la propuesta de Ley de Ingreso de la Federación para el ejercicio fiscal 2012,
que señala las entidades federativas podrán restablecer un impuesto a las
ventas y servicios al público en general, un “IVA Estatal” además del 16% de
IVA que ya estamos pagando.
Los
legisladores de diversos partidos se enfrascarán en la lucha del No, Si o a
medias, mientras el gasto excesivo avanza por otra línea, en ocasiones
invisible para nuestros diputados, preocupados más por los comentarios del
Twitter, o la novedad de su Ipod que el quehacer legislativo que deben cumplir.
Así
que las demandas ciudadanas en manos de diputados que representan más a los
partidos políticos que al electorado, se irán a la basura o ser parte de un
discurso empalagoso o que los justifique, mientras que el IFE sigue con la
danza de los millones.
¿O no
lo cree usted?
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