Fauna Política
Criminalidad y desempleo siguen aumentado
Por Rodolfo Herrera Charolet
Aún cuando el gobierno federal impulsa diversos programas de apoyo a los jóvenes para lograr su primer empleo, la realidad ha rebasado las expectativas oficiales, echando por tierras los “buenos propósitos” del presidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, quien ha sellado su sexenio como el presidente de la violencia y no el del empleo, como lo prometió en campaña.
Cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), muestran que la tasa de desempleo en el país se mantuvo elevada en enero pasado, al registrar 5.43% de la fuerza laboral, es decir, más de 2 millones 558 mil personas, y afectó particularmente a la población con mayor instrucción. En cuanto a jóvenes que viven en pobreza, debe señalarse que datos publicados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 3.3 millones de jóvenes en México, no tienen oportunidades laborales, agravado a que su participación en el mercado laboral bajó de 54.4% a 53.2% informó en 2009 el INEGI.
Estos jóvenes en pobreza extrema representan el 22 por ciento de un total de 14.9 millones de jóvenes que viven en pobreza multidimensional, con datos a 2008. Sin embargo las cifras no han mejorado en dos años.
Se considera pobreza extrema a personas con ingresos inferiores a 35 pesos diarios con tres o más carencias sociales y que su ingreso (en caso de tenerlo) es insuficiente para cubrir sus necesidades de alimentación.
En el informe que presentó la Coneval en 2008 (referente inmediato anterior) en el Día internacional de la Juventud, estimó que 12.1 millones de los jóvenes mexicanos eran vulnerables por carencias sociales, mientras que 1.5 millones lo eran por ingresos. Las carencias que son evaluadas como pobreza multidimensional, son; el rezago educativo, sin acceso a servicios de alimentación, salud y seguridad social y escasez en la calidad de espacios para la vivienda.
Puebla en el 2008 fue una de las entidades con mayor porcentaje de jóvenes en condición de pobreza multidimensional con 61.6, superado por Chiapas, con 75.8 por ciento y Guerrero, 67.4.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) aseguró que la tasa mundial de desempleo juvenil alcanzó su nivel más alto en la historia en 2009, situación que se agravó en 2010 en donde México no fue la excepción. En el mundo, los datos arrojan 620 millones de jóvenes económicamente activos, 81 millones estaban desempleados, es decir, 7.8 millones más que los registrados en 2007, en donde la crisis económica fue el principal factor que empujó a muchos jóvenes a las filas de la desocupación.
Pero los males para el gobierno de Felipe Calderón no vienen solos, porque aparejado al desempleo, falta de oportunidades educativas, sociales y laborales, se ha sumado el incremento de la criminalidad, en donde los fraudes de cuello blanco y los asesinatos por asalto han superado las expectativas.
Sólo en Puebla en las dos primeras semanas del mes de abril de 2011, fueron reportados asaltos a 20 maestros y asesinadas tres personas, con el fin de robarles su sueldo.
Las regiones de Izúcar de Matamoros, Tehuacán y Acatlán, son los lugares en donde perdieron la vida docentes a manos de delincuentes. Debe señalarse que durante la administración marinista, en estas regiones los agentes del Ministerio Público fueron acusados de estar coludidos con la delincuencia, en algunos de los casos fueron presentadas denuncias ante la “Fiscalía Anticorrupción” y en otros fueron aportadas pruebas de ineficiencia en la impartición de justicia, sin que a la fecha se hubieran realizado acciones para corregir tales irregularidades.
Ante tal escenario, los buenos propósitos de la actual administración se enfrentan ante el fantasma permanente de la corrupción y de los “acuerdos” que llevan a mantener a los mismos servidores públicos que han probado su ineficiencia, pero que “le atinaron” en apoyar las aspiraciones de candidatos que lograron el cargo. Circunstancias que ponen en duda, la capacidad del actual gobierno, de transformar las instituciones en beneficio del pueblo, cuando ha quedado evidente que la realidad rebaza la actuación de las autoridades, no importando su filiación partidista, que parece actuar con la misma parsimonia que se había acostumbrado. En donde se privilegia la componenda y el descaro, mientras que la justicia caminando a su paso lento, permite que la criminalidad y el desempleo sigan aumentando.
¿O no lo cree usted?
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