Carlo Ponzi
Fue el creador del famoso sistema de pirĂ¡mides, el cual se traduce en el pago de prometedores rendimientos y en realidad termina siendo una estafa en la cual las ganancias solamente las obtienen los primeros inversionistas, pues en algĂºn momento la cadena se rompe.
El creador del fraudulento negocio tuvo una vida llena de lujos: mansiĂ³n con aire acondicionado y calentador para su piscina. El ciudadano italiano realizĂ³ este tipo de estafa que se hizo fuerte en los años previos a 1920 y la Ă©poca de la Gran DepresiĂ³n.
Una biografĂa publicada por 'The New York Times' dice que Ponzi llegĂ³ de Italia el 15 de noviembre de 1903 y desembarcĂ³ en Boston, E.U. con "2,50 dĂ³lares en el bolsillo y un millĂ³n de dĂ³lares en esperanzas" tras apostar y perder casi todo el dinero de sus ahorros durante el viaje.
Colombia no entrĂ³ en el listado, sin embargo...
El caso mĂ¡s parecido y sonado en el paĂs es el de David Murcia GuzmĂ¡n a quien se le acusa de lavado de activos y captaciĂ³n masiva de dinero. Murcia trabajĂ³ por varios años como camarĂ³grafo y fue el principal accionista y representante legal de DMG Grupo Holding S.A., empresa que fue acusada de realizar negocios ilegales tales como lavado de dinero y esquemas piramidales, que son sancionados en Colombia bajo la figura de captaciĂ³n masiva e ilegal de dinero.
En el 2007, DMG llegĂ³ a reportar ingresos operacionales de 72.000 millones de pesos. Murcia fue detenido el 19 de noviembre de 2008 por las acusaciones imputadas y estuvo recluido en la cĂ¡rcel La Picota, de BogotĂ¡. Y desde entero del 2010 fue extraditado a Estados Unidos en donde es procesado por lavado de activos.
A este caso se suman otros que se encuentran en investigaciĂ³n y procesos, como son el de la firma Drfe y el de la ex presentadora de televisiĂ³n Adriana Arango.
La historia de Carlo Ponzi
Carlo Ponzi (Lugo, Italia, 3 de marzo de 1882 – RĂo de Janeiro, Brasil, 18 de enero de 1949) fue un famoso delincuente de origen italiano especializado en estafas. Entre sus alias estĂ¡n Charles Ponei, Charles P. Bianchi, Carl and Carlo. El tĂ©rmino "esquema Ponzi" fue acuñado por una estafa suya y hoy dĂa es la descripciĂ³n de cualquier estafa que paga a los primeros inversores ganancias de los inversores posteriores. Carlo Ponzi prometĂa a sus clientes un 50% de beneficios dentro de un plazo de 45 dĂas, o 100% dentro de 90 dĂas, con el simple hecho de comprar cupones postales descontinuados en otros paĂses y redimiĂ©ndolos a su valor nominal en los Estados Unidos como una forma de arbitraje, probablemente inspirado por William F. Miller, un contador de Brooklyn que en 1899 utilizĂ³ el mismo sistema para estafar US$1,000,000.
Primeros años
Originario de la provincia de RĂ¡vena, emigrĂ³ a Estados Unidos en 1903. Algunos de sus biĂ³grafos aseguran que fue un estudiante ambicioso que querĂa prosperar y otros dicen de Ă©l que se trataba de un ladronzuelo con poco futuro al que su familia embarcĂ³ hacia AmĂ©rica para quitĂ¡rselo de encima. Ponzi aprendiĂ³ a hablar inglĂ©s y despuĂ©s de pasar por trabajos eventuales iniciĂ³ una carrera que lo llevarĂa dos veces a prisiĂ³n: una en CanadĂ¡, despuĂ©s de que le sorprendieran falsificando el nombre de una anciana que guardaba su dinero en el banco en el que trabajaba Ponzi, y otra en Boston, en 1911, por su implicaciĂ³n en un negocio de contrabando de emigrantes italianos.
CreaciĂ³n del negocio piramidal
Su golpe mĂ¡s importante lo dio en 1919, cuando al darse cuenta de que en los cupones que los inmigrantes italianos enviaban por carta a sus familias, extremadamente pobres a causa de la guerra, para que los cambiaran por dinero y pudieran responder a las cartas, habĂa un negocio fabuloso. ConsultĂ³ a amigos y conocidos y montĂ³ la empresa Securities Exchange Company. ComenzĂ³ a repartir cupones prometiendo unas ganancias del 50% en 45 dĂas o del 100% pasados los tres meses.
En poco tiempo se convirtiĂ³ en un personaje acaudalado, y tanto polĂticos como medios de comunicaciĂ³n lo presentaban como un empresario ejemplar. Todo funcionĂ³ muy bien durante los primeros meses: el dinero llegaba por montones y los intereses se pagaban religiosamente. Las viudas hipotecaban sus casas y la gente recogĂa sus ahorros para invertirlos en el negocio de Ponzi. SurgiĂ³ algĂºn problemilla legal, pero se resolviĂ³ abonando generosas cantidades de dinero.
La crisis de confianza se iniciĂ³ cuando el analista financiero Clarence Barron, por encargo del Boston Post, publicĂ³ un informe en el que se declaraba que, pese a los extraordinarios intereses que se pagaban, Carlo Ponzi no reinvertĂa ni un cĂ©ntimo de sus enormes beneficios en la empresa. Se calculĂ³ que para cubrir las obligaciones contraĂdas se necesitaban 160 millones de cupones en circulaciĂ³n, cuando en realidad tan solo habĂa 27.000. A partir de aquĂ, los acontecimientos se precipitaron: una multitud de inversores furiosos se presentaron ante las oficinas y tras demandarle fue ingresado de nuevo en prisiĂ³n. El 1 de noviembre de 1920, Carlo Ponzi fue declarado culpable de fraude y se le condenĂ³ a cinco años de prisiĂ³n. SaliĂ³ tres años mĂ¡s tarde y le condenaron a nueve mĂ¡s.
Huida
Como estaba en libertad provisional decidiĂ³ cambiar de aires y huir al estado de Florida, donde puso en marcha otra estafa, sin embargo, para entonces su mala fama ya se habĂa extendido.
Antes de que le descubrieran se escapĂ³ al estado de Texas, y para intentar huir en un barco mercante se afeitĂ³ el bigote y la cabeza. Pese a ello terminĂ³ en la prisiĂ³n de Massachusetts, donde permaneciĂ³ hasta 1934. A las puertas del presidio le aguardaba un buen grupo de estafados que querĂa lincharlo, algo que no pudieron lograr debido a la intervenciĂ³n de la policĂa, que tuvo que protegerle. Como no se habĂa nacionalizado estadounidense, lo deportaron a Italia y allĂ intentĂ³ poner en marcha su esquema sin Ă©xito y terminĂ³ trabajando en una lĂnea aĂ©rea italiana que operaba en Brasil. Tiempo despuĂ©s se supo que esta lĂnea fue utilizada para hacer contrabando de materiales estratĂ©gicos.
Muerte
Carlo Ponzi viviĂ³ sus Ăºltimos dĂas en la miseria, muriendo en un hospital de la caridad en RĂo de Janeiro el 18 de enero de 1949, Ponzi ha pasado a los manuales de economĂa por haber ideado lo que se conoce como esquema piramidal.
Fraudes inmobiliarios
Alertan sobre aumento de fraudes inmobiliarios
El empresario inmobiliario Alejandro Jalil GarcĂa Monreal alertĂ³ sobre el aumento de fraudes que se cometen en la renta de casas o departamentos para turistas en este destino de playa, mediante ofertas publicadas en periĂ³dicos y la Internet.
En entrevista, Alejandro Jalil GarcĂa Monreal, empresario inmobiliario, señalĂ³ que este tipo de fraudes va en aumento, ya que durante el año pasado se tuvo conocimiento de al menos medio centenar de casos, mientras que en lo que va de este 2015, han rebasado los 50 casos, de los cuales mĂ¡s de la mita se presentaron en el reciente periodo vacacional de semana santa, como lo confirmaron las autoridades locales.
“El fraude consiste en que los clientes pagan un deposito por adelantado para garantizar la renta de un inmueble donde piensan vacacionar en este destino de playa, pero al llegar se encuentran con que no existe la casa, departamento o villa que contrataron y mucho menos pueden localizar a quien le pagaron el deposito”.
De acuerdo con datos aportados por la AsociaciĂ³n de Hoteles y Empresas TurĂsticas de Acapulco (AHETA), son alrededor de cinco mil habitaciones que se ofrecen como oferta extra hotelera, las cuales ademĂ¡s de no estar regulados como servicios de hospedaje, tampoco pagan los impuestos correspondientes debido a que se trata de viviendas particulares que son ofrecidas como alternativas de alojamiento, pero sin la calidad ni las garantĂas que ofrecen las compañĂas hoteleras establecidas y al respeto Ignacio Lacunza Magaña, presidente de esta asociaciĂ³n en Acapulco afirmĂ³ que:
“Nosotros recomendamos a las personas que usan el Internet para rentar un inmueble y vacacionar aquĂ en Acapulco, que lo hagan con empresas afiliadas a la AMPI, las cuales en sus ofertas de renta tienen el logo de la asociaciĂ³n, y con ello eviten ser vĂctimas de fraude como les ha sucedido a muchas personas”
Lacunza Magaña pidiĂ³ a la gente que desconfĂen de las “ofertas espectaculares” que se ofrecen a travĂ©s del Internet para la renta de inmuebles en Acapulco, sobre todo porque la gran mayorĂa de ellas terminan no siendo reales, ya que incluso en el menor de los casos los clientes se pueden encontrar con algo sustancialmente distinto de lo que contrataron mediante fotografĂas a lo que en realidad es.
InformaciĂ³n publicada el 20 de Abril de 2015 / Actualizada el 28 de Septiembre de 2017
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