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Obituario

Misao Okawa tuvo una vida larga
La mujer con la vida más larga del mundo, murió este miércoles 1ero de abril de 2015 a los 117 años.
La anciana japonesa falleció en su ciudad natal, Osaka.
Misao Okawa (大川 ミサヲ Okawa Misao?) (Tenma, actualmente Kita-ku, Japón, 5 de marzo de 1898 – Osaka, 1 de abril de 2015) fue una mujer japonesa que vivió 117 años y fue considerada como la persona más anciana del mundo desde la muerte de Jiroemon Kimura el 12 de junio de 2013.

Okawa posee el título de persona japonesa más anciana de todos los tiempos, la persona más anciana nacida en Asia y la quinta persona más anciana de todos los tiempos.
Ha sido la 30º persona verificada en llegar a la edad de 115 años, la 10º persona en llegar a la edad de 116 años y la quinta en llegar a 117.

Okawa murió el 1 de abril de 2015, menos de un mes después de su 117 cumpleaños.

Okawa era la cuarta hija de un lencero del distrito de Tenma (en la actualidad Kita-ku) de Osaka. Desde 1997 vivía en una residencia de personas mayores en Higashisumiyoshi-ku. Se casó con Yukio Okawa en 1919 y tuvieron tres hijos, dos hijas y un hijo, de los cuales su hijo Hiroshi y una hija Shizuyo, siguen vivos. Su marido murió el 20 de junio de 1931. Tenía cuatro nietos y seis bisnietos. Tenía capacidad para andar hasta la edad de 110 años, cuando empezó a usar una silla de ruedas para prevenir caídas. Sin embargo, podía empujar las ruedas de la silla con sus propias manos.

Hacia 2014, Okawa perdió parte de su ritmo diario y comenzó a tener problemas de audición. Falleció el 1 de abril de 2015, en el geriátrico donde residía en el barrio de Higashisumiyoshi-ku (Osaka).

Okawa era la mujer más anciana del mundo desde la muerte de la supercentenaria japonesa de 115 años Koto Okubo el 12 de enero de 2013. El 27 de febrero de 2013, unos pocos días antes de su cumpleaños número 115, fue oficialmente reconocida por el Libro Guinness de los récords como la persona más anciana del mundo, y le fue entregado un certificado en su residencia en Osaka.

Okawa decía que comer sushi y dormir eran las razones por las que había vivido tanto. En su cumpleaños 117, dijo que la vida le parecía corta. Cuando se le preguntó cuál era el secreto de haber vivido tanto, contestó: «yo también me lo pregunto».

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