2012-06-25 | Barcelona, ESPAÑA.- La protección del medioambiente es uno de los temas con los que las grandes empresas tienen que tener más cuidado, en estos tiempos en los que un despiste en la imagen de marca puede provocar una catástrofe. No es de extrañar, por tanto, que Coca-Cola esté inquieta. Utilizando esta baza le han lanzado un golpe bajo y el responsable es, además, un directo competidor: SodaStream.
Esta empresa, poco conocida en España, basa su éxito en un dispositivo que permite fabricar refrescos gaseosos con agua del grifo, jarabe de varios sabores y un dispositivo con cargas de gas. El mecanismo es tan sencillo que tiene varias ventajas: la primera, su comodidad; la segunda, que la sostenibilidad ambiental de su invento es considerable, si tenemos en cuenta el ahorro en envases que permite. Ahí es donde entra la guerra con Coca Cola.
Para demostrar su compromiso ecológico, SodaStream ha lanzado recientemente una campaña muy curiosa: ha colocado 20 jaulas gigantes en varios puntos del mundo repletas de latas de refrescos con el fin de concienciar sobre la cantidad exacta de residuos que provoca el consumo de Coca-Cola, Fanta o Pepsi en una familia durante 5 años: más de 10,500 botellas.
El mensaje, impactante, no ha sentado nada bien en las filas de Coca Cola, quien precisamente ahora se ve inmersa en su campaña de la Eurocopa en la que, precisamente, está intentando relanzar la imagen de su botella de vidrio. No podía ser más 'oportuna'. Ante tal panorama, la compañía ha solicitado por carta a SodaStream que retire estas jaulas por dañar la imagen de sus productos. En caso contrario, amenaza con tomar acciones legales. A Coca-Cola le molesta, sobre todo, la que SodaStream tiene en el Aeropuerto Internacional de Johannesburgo, en Sudáfrica, y argumenta su solicitud en el uso “desautorizado” que están realizando de sus productos. La respuesta no ha podido ser más beligerante: “Es absurda”, contestó este lunes SodaStream, mediante un comunicado.
La compañía, además, tiene en su web un contador que refleja, según sus cálculos, la cantidad de basura en forma de botellas que evitan al mundo con el uso de su aparato. De momento, se acercan a los 1,800 millones. A pesar de que su consumo no está generalizado en España, la empresa tiene varios puntos de venta en el país, además de una web en español en la que se puede realizar el pedido online. Por unos 1,400 pesos se puede adquirir el aparato, más los 105 pesos que cuesta cada uno de los jarabes con sabor a cola, limón, tónica, té verde o energético, entre otros.
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